Cuando me invitaron al campamento, dudé mucho en asistir. No era una persona religiosa, ni tenía el más mínimo interés en serlo. De hecho, odiaba la religión católica y todo lo relacionado con Dios. Me parecía absurdo que la gente creyera en algo que, según yo, no existía. Pensaba que la fe era para los débiles, para los que necesitaban consolarse con algo irreal.
...pero,algo me envolvió, algo que nunca antes había sentido, Era una voz, Una presencia, Un amor inmenso, desbordante, inquebrantable.
...lo escuché: "Te amo. Estoy aquí para ti." En ese momento, supe que no estaba sola.
...apareció algo que jamás había experimentado: paz, no una paz pasajera, no una paz superficial, sino una paz real, profunda, una paz que lo llenaba todo, después de ese momento, todo fue diferente.

Mi experiencia comenzó en el Camps, día 25 de febrero del 2022, en ese seminario conocí la Comunidad, para mí fue una experiencia increíble ya que pude llegar más a Dios y desde ese momento sentía que Shalom era mi lugar donde podía amar más a Dios y encontrar una paz en mi vida que me faltaba y solo aquí realmente iba a ser feliz. Para mí Shalom ha significado algo profundo en mi vida ya que puedo decir que sentí a través del Camps y de las distintas experiencias. En el año 2024 participé del campamento como servidor en el equipo de liturgia, mi experiencia fue muy gratificante porque de alguna forma puedo encontrarme con Dios más cerca y de realmente decir que estoy para hacer su voluntad, Dios me llena los vacíos que tengo en mi corazón. Otro servicio en el que estuve fue el de comunicación, el cuál me ha ayudado mucho en poner en práctica lo que he aprendido y poder evangelizar en lo que relamente me gusta hacer.